miércoles, 24 de junio de 2009

¿Enamorado de una imagen?

El día en que gala iba a convertirse paladín de una corte, el rey Arturo se opuso y manifestó su descontento...

¿Que sabes tú del amor? - pregunto Arturo

Si estas tan ansioso de luchar por una dama, te presentare a tres para que escojas.
El rey mando a llamar inmediatamente por Margaret; una vieja lavandera jorobada.

¿Gentil caballero le servirías a ella por amor?- le pregunto Arturo
¿No comprendo mi señor? - murmuro Galahad apenado

Arturo hizo salir a la mujer, trajeron a una niña recién nacida; Galahad sacudió la cabeza…
Este amor del que hablas es un amor muy difícil de complacer dijo Arturo.
Mando a llamar a una tercera dama y esta vez entro Arabela, una preciosa niña de 12 años

Galahad trato de reprimir la ira..

Señor mío es apenas una jovencita y mi media hermana - dijo

Arturo amorosamente le contesto: trato de mostrarte algo que aprendí de mi maestro Merlín el me enseño otra forma de amar; piensa en la anciana, en la niña recién nacida, y en la jovencita.

Todas ellas son manifestaciones de los cambios femeninos y lo que tu llamas amor cambia con ellas. Cuando dices que estas enamorado, lo que realmente estás diciendo es que una imagen que llevas dentro de ti se satisface.

El amor se puede convertir en odio si tu imagen interna se ve traicionada, o la realidad del objeto amado cambia
- explico el rey-

¿Qué puedo hacer al respecto? - pregunto Galahad

Las emociones son cambiantes, por eso necesitas ir mas allá de ellas y preguntarte que ay detrás de la imagen.


Las Nueve Sendas









Esta historia comienza en Junio del año 1999, en un lugar llamado Piedra del Alba. Cerca del rió hay un molino de agua abandonado que vivió tiempos mejores. El musgo ha ido colonizando las losas del tejado y la hiedra poco a poco va invadiendo la pared, los arbustos rivalizan en su deseo por ocupar el espacio que en su día dejo la puerta de madera. El silencio del lugar solamente se ve alterado por el rumor del agua y el trino de algún ave.
El funcionamiento del molino en su día, básicamente era como sigue... El agua, al caer desde varios metros de altura, golpeaba con fuerza en el rodezno y éste a su vez, hacia girar la piedra superior.
El centeno se depositaba en la Trimuella (estructura de madera, situada en la parte superior), el grano caía hasta un canal que gracias a la vibración de la tarabiella (palo de madera que se movía según la velocidad de la piedra), de esta forma el grano llegaba de forma continua y pausada hasta el centro de la piedra. La separación entre las dos piedras era mayor en la parte central, por donde iba entrando el grano, e iba disminuyendo hacia el exterior, por donde salía la harina. Alrededor de las piedras se colocaba una estructura de madera de forma cilíndrica (los cambeiros), cuya función era impedir que la harina se desparramase y a la vez conducirla hacia el farneiro (recipiente de madera, donde se recogía para su posterior envasado en sacos). Después de finalizar junto a mi padre de segar la hierba de un prado cercano, y aprovechando que el sol empezaba a caldear el ambiente, me acerque al molino buscando aire fresco. En un hueco de la pared, parcialmente taponado por barro observé que había varios hilos, al tirar de ellos apareció una pieza de lino cosido y atado con un cordón (parecido al que se usa para atar los zapatos), a continuación desempolve los residuos que se habían depositado sobre el lino, y al abrirlo me encontré con varias hojas manuscritas, en buen estado de conservación. Lo que sigue a continuación es el contenido de esos documentos. Es la historia de un anciano, donde repasa, su vida a modo de sendas hasta llegar a la senda final. Este es su testimonio...

AÑO DE 1929

Mi experiencia de vida me ha enseñado que existe un secreto para llegar a la cumbre; superarse tanto en el plano material como en el ámbito del bienestar interior. El secreto está reservado a aquellos que tienen la sabiduría de aceptarlo o, que lo poseen naturalmente.

Como el número de mis días sobre esta tierra está contado, he decidido legar, a las generaciones que me seguirán, el saber que poseo, sea cual sea su forma de expresión.

No me excusaré por mis maneras, mis palabras o mi falta de talento literario, éste último ¡habla por sí mismo!. Mis herramientas habituales eran mucho más pesadas que una pluma y, para acabar de ajustar, el peso de los años se siente en mis manos y en mi cerebro; de modo que, mientras pueda, les relataré los hechos, y lo que, a mi
juicio es lo más importante. Lo importante no es, pues, cómo voy a expresarme, sino la idea que expreso, suponiendo que ella sea valiosa y les aporte una ayuda significativa.

Mucho tiempo le di vueltas en mi cabeza a la cuestión de saber cómo entregarles esta fórmula de la superación que me ha sido dada descubrir. Lo mejor será sin duda entregárselas tal y como ella me fue revelada. Es como una receta de cocina cuyos ingredientes, el modo de preparación y la sazón del plato son fáciles de realizar.
Que así sea, y que los hombres nacidos después de que yo me haya ido, les sirva de ayuda.

Mi padre era un buen hombre, un labrador. Algunos años más tarde, nací yo, en 1845. Hace ya 84 años de eso. Esta es mi...

SENDA DE LA ADOLESCENCIA


Debe uno dejar de obsesionarse por los argumentos de una ocasión que se presenta, y acordarse, en la ocasión, que un millón de magnificas promesas pesan nada, en relación con la posesión de una sola pieza de dinero.
Cuando tenía 10 años, fallece mi madre , y 2 años más tarde mi bien amado padre; la sigue. Como yo era su único hijo, quedé solo. Quede a cargo de unos amigos de mis padres, durante algún tiempo. De hecho, me ofrecieron un lugar bajo su techo durante 5 meses. De los bienes de mis padres, nada quedó: con la experiencia de los años, comprendí mas tarde, que esos, sus amigos, que me acogieron algún tiempo, los habían traicionado y en consecuencia, me habían despojado de las propiedades que me pertenecían.
Desde la edad de 12 años y hasta los 23 años, no les hablaré de mi vida, no serviría de nada a mi propósito. Pero poco tiempo después, teniendo en mi posesión, una pequeña cantidad de dinero, que había economizado del fruto de mi trabajo, tomé un barco con rumbo Argentina, en el que me esforcé, a bordo, como carpintero. Es lo que debía asimilar como...

SENDA MUDAR DE AIRES

La suerte sonríe alguna vez incluso a los que son víctimas del destino. En todo caso fue así para mí.
Conocí la prosperidad, y con sólo 27 años era ya el propietario de la empresa para la cual yo trabajaba anteriormente. La suerte es una amante que debe ser conquistada. Ella no se entrega a los inseguros. La suerte es caprichosa, y no puede ser almacenada. Trátala con dejadez, y ella te excluirá para preferir a otro más fuerte que tú,
así conocí la...

SENDA DE LA ADVERSIDAD


El fuego quemó mi taller, no dejando otra cosa que deudas. Ensayaba yo: negociar con mis acreedores, pedir ayuda a mis
amistades, tratar de volver a partir de cero, pero nada logré. El fuego había, parece ser, no sólo consumido mis bienes, sino también la simpatía que por mí se tenía. Así, en poco tiempo, no solamente había perdido todo, sino que tenía también deudas con mis proveedores, y por esa razón, entre en la cárcel. Hubiera sin duda podido salir adelante, pero esta última indignidad; la prisión, me desmorona y me entrega al resentimiento. Al cabo de un año me dejan en libertad, pero ya no era yo, el mismo hombre optimista, feliz, contento de su suerte, confiado en las gentes y del mundo entero; que había sido.
La vida tiene muchos caminos, y de lejos se ve que, la mayoría de ellos te llevan hacia abajo. Cualquiera que sea su inclinación, ellos llevan al mismo lugar: el infortunio.
La desgracia no existe sino en la tumba. El hombre cuando está vivo no es un fracasado.
Puede siempre dar marcha atrás y retomar la pendiente. Y hay siempre una inclinación más fácil para ascender (aunque algunas veces más larga) y más adaptada a la situación. Como yo era un buen carpintero, encontré rápidamente empleo y con un buen salario, pero como había degustado los frutos de la opulencia, la insatisfacción se apoderó de mí. Me volví deprimido y amargado. Para consolarme, y olvidar todo lo que había perdido, pasaba mis tardes en la taberna. No es que bebiese mucho alcohol, salvo en cada ocasión, (ocasiones que se presentaban seguido) lo suficiente para tornarme alegre, ¡qué yo pudiese reír!, ¡Charlar y cantar con mis compañeros de infortunio! : y esto me lleva a la...

SENDA DEL OCASO

Busca mejor la compañía de los laboriosos, pues los otros debilitarán tus energías. Con el más mínimo pretexto, me era placentero contar, la triste historia de todos los desastres que se habían abatido sobre mí, y decir las pestes que pendían de aquellos que me habían abandonado en lugar de socorrerme. Peor aún, encontraba un placer pueril en robar a mi empleador, cada día, algunos momentos de mi tiempo de trabajo. Siendo esto, en mi opinión, mucho más deshonesto que un simple robo. Esta costumbre se acrecentó tanto que llegó el día en que me desperté sin trabajo y sin ganas de trabajar... lo que significó que me fue, en lo sucesivo, imposible encontrar trabajo.

Era en ese entonces cuando yo me consideraba un fracaso ambulante. Era como si fuera un caminante que, descendía una cuesta, montaña abajo, tropezando. Más que tropezar, el caminante rodaba y tomaba velocidad.
No voy a detenerme en la lenta degeneración de mis energías. Nunca es bueno detenerse en sus infortunios (Aunque sea bueno acordarse para aprender la lección). Me bastará decir que llegó el día en que no tenía un céntimo con que comprar ni un plato de comida, ni mi alojamiento, ni con qué vestirme.

Era pobre, me procuraba de tiempo en tiempo algunos céntimos, pero rostro, cuerpo y espíritu, demacrados y reducidos al estado de esqueleto. Mi estado era tan deplorable no solamente por mi cuerpo que, no era que pareciera, sino que era un enfermo al borde de la muerte, pero; más por mi espíritu que por otra cosa. Me imaginaba victima de ostracismo por el mundo entero hasta que, visiblemente, había caído bien abajo. Donde percibí la...


SENDA DE LA REFLEXIÓN

Seguramente porque ahora tenia el tiempo suficiente para meditar, después de hacer balance de mi vida hasta ese momento y como había llegado hasta aquí. Cuando en tu vida decides caminar por una senda, elige el sendero correcto. Desde luego no es tarea fácil, si lo fuera, yo no estaría en esta situación. Encontraras señales claras y otras no tanto, pero cuidado con esas señales te pueden engañar. ¿Como puedes saber cual es la óptima?. Tal vez esta senda te pueda ayudar...

SENDA DE LA DUALIDAD



Recuerdo bien, las circunstancias en las cuales estaba. Me despertaba a media noche. Mi lecho era una pila de tablas provenientes del taller donde había trabajado. El techo estaba hecho con un tonel. La noche era fría, y estaba congelado aunque, paradójicamente, hubiese soñado con lumbre y calor, y con algún retazo de buenas cosas.
Pueden decir, cuando les relate el efecto que mi visión tuvo sobre mí, que yo soñaba. Si fue así, espero que sueñes
también, de la misma manera que yo, y es esta la razón por la que me lancé a la escritura de mi historia.
Es el sueño que me dejó en la creencia... de hecho, no en el conocimiento de que yo estaba poseído por dos identidades: y era la mejor de mis dos entidades la que me ofrecía la ayuda que yo había buscado, en vano, cerca de mis amistades. Escuché describir este estado, como de un desdoblamiento. Pero..., un doble no es más que la copia del original, y ello, no describe la situación que viví. Voy a dejar de filosofar... Para mí la filosofía es vana si no desemboca en resultados concretos.
Para acabar de ajustar, no es el sueño mismo el que tuvo efecto en mí. Es la impresión que me dejó, y la influencia que ejerció sobre mí, lo que me liberó de mis grilletes. En otros términos, yo estimulaba mi otra identidad. Después de haber afrontado una tormenta de viento y nieve, vi a través de una ventana mi otra identidad. Él tenía buena apariencia y respiraba salud. Emanaba de él, el poder y la fuerza. Él era musculoso tanto física como mentalmente.

Yo llamé tímidamente a la puerta, y él me dijo: Entra. Pude leer una especie de sonrisa, como de burla, en sus ojos, mientras me alcanzaba una silla para sentarme ante el fuego. Pero no pronunció ni una palabra de bienvenida y, luego de haberme calentado volví atormentado a mi refugio, martirizado por la vergüenza que el contraste entre nosotros, había despertado.

Es entonces, cuando me desperté; y he aquí la parte sorprendente de mi relato: Al despertarme, no estaba solo. Había una Presencia conmigo; invisible para los otros, como me daba cuenta, por lo que sigue, pero que era real para mí. Su frente, más alta que la mía, le hacía parecer, así mismo, inflexible y pleno. Los ojos, claros, directos, determinados, brillaban de entusiasmo y de resolución. Los labios, el mentón, de hecho todo el rostro, eran dueños de sí y decididos.
La Presencia era calma, resuelta, y segura de sí. Yo me encorvaba, lleno de temblor, nervioso, angustiado, inquieto con la más mínima sombra. Cuando la Presencia dio media vuelta, la seguí, y no la perdí de vista toda una jornada, salvo en los cortos instantes en que yo no osaba franquear la puerta por donde la Presencia atravesaba. En esos casos yo esperaba con impaciencia y un respeto mezclado con temor, que él volviera a salir, no pudiendo impedirme admirar su temeridad, (¡se me parecía totalmente!, Pero y a la vez, ¡era tan diferente!) Pues atravesaba sin dificultad los lugares por los que mis propios pasos no osaban llevarme.
Pareciera que fuera designado a ir por los lugares y ante las gentes que me habían hecho lo peor: oficinas con las cuales otrora había hecho transacciones, hombres de negocios con los cuales había pactado.
A lo largo de toda una jornada yo había seguido a la Presencia, y en la noche, lo vi desaparecer tras la puerta de una hostelería famosa por sus caros costos y su confort.
Esa noche no encontré a mi Mejor Yo (así es como yo lo nombraba) en mis sueños, pero al despertarme, por suerte él estaba a mi lado, con su sonrisa calma, de gentil burla en los labios, sonrisa que no era ni de piedad ni de condescendencia.
El día siguiente no fue distinto que el primero, una repetición del precedente, y debía yo, aún, esperar afuera, mientras que la Presencia estaba en los lugares donde yo hubiera estado si hubiera tenido el coraje de ir allí. Es el miedo lo que separa de su cuerpo al alma de un hombre y lo torna despreciable. Numerosas veces, traté de deshacerme de todo eso, hablando, pero las palabras quedaban bloqueadas en mi garganta, ininteligibles: y el día terminaba como el anterior.

Así fue durante varios días, uno detrás del otro, hasta que cesé de contarlos. Poco a poco me di cuenta de que esta asociación constante con la Presencia tenía en mí efectos. Una noche que me desvelaba la Presencia a mi lado, tuve el coraje de hablarle, claro que, con timidez...
¿Quién eres tú? Le pregunté, y yo sobresaltado, me levantaba, ante el sonido de mi propia voz. La cosa parecía dar placer a mi compañero que, me respondía con, me parecía a mí, menos burla que antes.
Yo soy aquel que tú has sido; yo soy aquel que tú puedes ser aún; ¿de dónde viene tu duda? Yo soy aquel que tú has sido, y que abandonaste prefiriendo otra compañía. Soy el hombre hecho a la imagen de Dios, que, antaño, poseía tu cuerpo. Era el tiempo en que habitábamos juntos, no en armonía, pues no es posible, ni unificados, pues esto es imposible, pero como los copropietarios que raramente se pelean por tenerlo todo para ellos. Luego te convertiste en un achacoso, egoísta y exigente, como no podías tenerme más, me separé de ti. Hay una entidad positiva y una entidad negativa en cada ser humano nacido sobre la tierra, habrá momentos en que la entidad negativa domine y controle a la otra, terminando la positiva por abandonar, temporalmente o, para siempre. Este cuerpo que habitamos los dos es mío igualmente, pero esta dominado por la entidad negativa y por lo tanto no puedo habitarlo. Límpialo, y tomaré de nuevo posesión. fue la respuesta.

¿Por qué me persigues? Pregunté enseguida a la Presencia.

Eres tú quien me persigue, y no a la inversa. Tú puedes existir sin mí durante algún tiempo, pero tu camino tornara sobre sus pasos, y su fin es la muerte.
Ahora que te aproximas a la muerte, te preguntas si había tiempo de limpiar tu cuerpo de nuevo y de invitarme. Descarta la voluntad e inteligencia de ese cuerpo, y podré tomar posesión. Es la condición indispensable.

Mi cerebro ha perdido todo poder murmuré yo. Mi voluntad está débil. ¿Puedes tú reparar todo eso?
¡Escucha! Dijo la Presencia, y se estiraba mientras yo me encorvaba a sus pies.
Todo es posible a la entidad positiva de un hombre. El mundo le pertenece. Es su propiedad. Ella no tiene miedo de nada, no fuerza nada, no se detiene ante nada. En la juventud tenemos mucho valor, pero aún no hemos aprendido a luchar. Después de mucho esfuerzo, terminamos aprendiendo, pero entonces ya no tenemos el mismo coraje. Por eso, nos volvemos contra nosotros mismos, y nos transformamos en nuestro peor enemigo. La gloria del mundo es transitoria, y no es ella la que nos da la dimensión de nuestra vida sino la elección de una senda. Si la elección de la senda no es la correcta cambia de senda, pero nunca pierdas la fe y ten siempre un objetivo, recuerda que en cada senda encontraras: amor-odio, riqueza-pobreza, bien-mal, y sin duda te crearas enemigos que pondrán a prueba tus ideas. Jesús se refería a esto cuando dijo: “Amad a vuestros enemigos”. Un amor que está más allá del acto de gustar, porque no nos puede gustar quien nos lesiona, nos ofende, es injusto en sus comentarios, liviano en sus acusaciones y prejuicioso en sus opiniones. No nos puede gustar pero podemos perdonar y, a través del perdón, entender que detrás de cada actitud mezquina y destructiva existe un inmenso deseo de ser comprendido y aceptado, por que ha elegido la senda equivocada y no ha tenido el valor de rectificar.
Enseguida me dormí de nuevo, y, cuando me desperté, estaba en un mundo diferente. El sol brillaba y yo, escuchaba los pájaros cantar por encima de mi cabeza. Mi cuerpo, ayer aún tembloroso e incierto, estaba vigoroso y lleno de energía. Yo miraba mi lecho de tablas y mi tonel con una divertida perplejidad, como si los viera por primera vez, reconociendo el abrigo que ellos me habían deparado en las noches, no obstante. Entonces llegue a la...


SENDA POSITIVA

Los acontecimientos de la noche revivieron mi espíritu, y buscaba la Presencia. Supe que mi entidad positiva había tomado de nuevo posesión de mi cuerpo. Tenía mucho que hacer. ¡Que raro que no lo haya pensado en el día anterior!. Pero el ayer era el pasado, el hoy era mío. Como era mi costumbre, anteriormente, yo dirigía mis pasos hacia la taberna. Saludé a todo el que entraba, sonreía a los saludos que retornaban. Los hombres que me habían ignorado durante meses me saludaron con afecto al pasar. Me dirigí hacia el baño, luego, hacia la mesa del desayuno; enseguida, cuando pasé ante el mostrador, dije al propietario:
Quiero ocupar el mismo puesto que tenía antes si, por suerte, está disponible. En caso contrario, no me importaría ocupar otro.
Luego, salí y me fui hacia arriba, hacia el lugar que me correspondía en el taller. No formulé pregunta alguna, pasaba toneles a los hombres que los apilaban. Cuando se terminó, esta tarea, entré en el taller. Había un banco libre. Me di cuenta de las cosas allí apiladas. Era el mismo banco en el que otra vez había yo, trabajado. Arremangué mi camisa y quité los objetos que obstaculizaban para el trabajo. Un momento más tarde estaba cepillando y tallando. Había terminado, hacía ya más de una hora, cuando el contramaestre entró en la pieza, y se detuvo, sorprendido de verme ahí. Había ya una pila de pedazos de madera perfectamente cepillados y ajustados, pues en ese tiempo yo era un hábil carpintero. Respondí a su muda pregunta con esta corta pero explícita frase:
Estoy de retorno al trabajo, Señor.

Hizo un gesto de incredulidad y continuo caminando hasta los otros bancos, examinando el trabajo de mis compañeros, sin prestarme atención. A partir de ese momento fui un hombre que todo lograba, que pronto fue nuevamente propietario de un taller, y luego, de todos los bienes que un hombre desea poseer. Ruego porque ustedes, que leen este relato, sigan estas reglas y todo lo que ellas implican, pues de ellas depende todo logro y todo lo que los logros impliquen: He aquí entonces la...

SENDA DE LA EXPERIENCIA

La entidad negativa recauda favores: la entidad positiva los concede. La suerte espera cada uno de tus pasos: tómala, pliégate a sus deseos, guárdala, pues ella es tuya, ella te fue destinada. Comienza desde ahora, con estos preceptos presentes en tu memoria. Extiende la mano y toma lo mejor, lo que quizá nunca has utilizado, salvo en raras ocasiones, y de urgencia. Tu entidad positiva está a tu lado desde ahora; vacía tu mente, límpiala de pensamientos negativos, y despierta tu ingenio. Ella tomará posesión de ti. Ella no espera sino un signo tuyo. Ponte en marcha ahora; cambia de senda si fuera necesario. Mantén siempre cuidado. Que sea tu entidad positiva la que te controla, la otra entidad va sin rumbo alrededor de ti: pon atención de no dejarla entrar más en ti. Incluso si no comprendes perfectamente mi propósito, tu entidad positiva compensara la falta y te dará la respuesta. Es suficiente con leer y releer esta historia.


SENDA FINAL

El tiempo es la mercancía más valiosa que poseemos y la arena del reloj de la vida fluye continuamente.

Esfuérzate por alcanzar la felicidad, por ser amado y amar, y lo que es de más importancia, procura con tesón alcanzar la paz interior.
Acepta los obstáculos que se erigen en tu camino, son necesarios para adquirir experiencia y ante todo ten claros tus objetivos, cuando no se sabe adonde se va, por lo general no se llega a ninguna parte.
Nunca te avergüences de emprender algo aunque fracases, porque aquel que no ha fracasado nunca, no ha intentado tampoco nada.

Obtener dinero puede transformarse fácilm

ente en una obsesión que te puede impedir disfrutar de la vida.
La concentración es la clave del éxito en todas las facetas de la vida. Cuanto más aumentes tu capacidad de concentración, con mayor rapidez y mayor eficacia podrás trabajar y si trabajas en lo que te gusta habrás encontrado la senda de tu vida.
Vale más, morir de hambre después de haber desterrado las preocupaciones y los miedos que vivir en la abundancia con inquietud y tem

or.

La vida puede ser un jardín de rosas o el infierno en la tierra, depende de tu entidad positiva o negativa.
Utiliza tu más precioso bien: tu cabeza. Por desgracia, la entidad negativa se pasa la vida buscando métodos para utilizar el cer

ebro a su libre albedrío.

Confío a mi entidad positiva el cuidado de transmitir, a las generaciones que me seguirán, el secreto de lo positivo, lo que puede transformar todo, el secreto para utilizar el potencial ilimitado que está en ti, úsalo para encontrar la senda correcta.






FIN








domingo, 21 de junio de 2009

°°El Tri y sus 40 años de rocanrol¡¡°


nombre: Lora Serna Pepe Alex
fecha de nacimiento: hace mucho tiempo
lugar de nacimiento: hermana República del Camote
sexo: 3 veces al día
estado civil: apañado
estatura: a la medida
tez: sin resanar
ojos: dos
pelo: en pecho y axilas
señas particulares: le rugen las bisagras







nombre:
Chela Lora
fecha de nacimiento: hace algunos años
lugar de nacimiento: en un lugar muy bonito
sexo: chava
estado civil: feliz
estatura: media
tez: clara
ojos: claros
pelo: mucho
señas particulares: muy guapa







VIVA MEXICO KBRONES¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡


La megafiesta llevó al gozo unos 8 mil fans que llenaron la Monumental Plaza de Toros como hace mucho no se veía en un concierto de rock. La última vez que tocó una banda allí, fue el año pasado cuando Queensrÿche atrajo a unas 500 personas (y como diría el Lonje Moco, aquello fue horrible).

Con El Tri el público sí asistió y, parafraseando a Lora, "pendejos los que no fueron" (tendrán que esperar otros 40 años para un festejo así, según dijo).

El legendario personaje inició con "Que viva el rocanrol", antiquísima rola que interpretó solo con su lira y la compañía de su fiel armoniquero Rafa "El Wea".

Un buen inicio, una señal de lo que habría de venir: estampas musicales de todas sus épocas, con diferentes marcos instrumentales y distintas alineaciones de El Tri, con Álex tocando la guitarra, el bajo o nada, sólo cantando.

El mejor momento del concierto debe haber sido cuando subieron los exintegrantes que grabaron el disco Simplemente en 1984, el primero de Álex Lora con la banda que se llamó El Tri con todas las de la ley: Sergio Mancera en la guitarra, Mariano Labastida en el sax (foto) y Mariano Soto en la batería.

Los veteranos dieron una cátedra de cómo tocar rocanrol rayando en el virtuosismo. Y fue un placer supremo escuchar la "Triste canción" como se supone que debe sonar. Si Álex Lora decide armar una gira con este Tri, interpretando sólo material de sus primeros discos, sería ún deleite para los viejos y nuevos fans.

El resto de los músicos de El Tri, los actuales y los ex, también convencieron en el tránsito de una a otra época, con clásicos como "Los minusválidos", "Niño sin amor", "Pobre soñador", "Cuando tú no estás", "Virgen morena" y "Nostalgia", entre numerosos otros temas.

En este renglón, el de los compañeros y excompañeros de Álex Lora, nada más faltó algún guiño al pasado más remoto, es decir a la era del Three Souls in my Mind. Al menos como curiosidad arquelógica habría sido interesante ver al baterista Carlos Hauptvogel, también fundador de aquel grupo primigenio.

Claro que al público no estaba para reflexionar demasiado sobre asuntos históricos; no faltan nunca los trogloditas, a veces enfermos, arrojando vasos con arena a sus semejantes, y a veces también vasos con cerveza, al punto de desatarse una "guerrita" estúpida entre el redondel y los graderíos.

uvo que intervenir Álex Lora –amo total de la situación, dueño del lenguaje más florido de la comarca rockera nacional– para apaciguar los ánimos, pero no faltó el demente que de vez en cuando seguía lanzando una de estas "bombas".

Mientras, la acción en el escenario iba de lo musicalmente valioso al asombro: si en el concierto de aniversario en el Palacio de los Deportes del DF, Álex contó con la presencia de Molotov, Café Tacvba y Miguel Ríos, en la Plaza de Toros de Monterrey se aparecieron Margarito Esparza (el hombrecito cuya imagen últimamente se explota en Multimedios TV) y Cucufato, el muñeco peludo de Óscar Burgos.

Otros invitados que desentonaron feo, aunque no en el aspecto musical, fueron los integrantes de Quiero Club, Gama y Sexy Marvin.

Los músicos locales se treparon a tocar "Perro negro" con el festejado, y aunque su talento y capacidad instrumental no se discute, sí resulta un agravio a la sensatez otorgar el privilegio de tocar con Álex Lora a quienes se ubican en el lado contrario del espectro rocanrolero.

La explicación de este desliz seguramente se encuentra en la afinidad socioeconómica entre el empresario y los invitados, ni hablar.

Otro desentonado, pero vocal, fue el maestro Celso Piña, quien cantó "Más allá del sol" un tanto descoordinado; sin embargo, se nota que el público lo aprecia porque en vez de abucheos se llevó aplausos (por cierto la canción viene en su nuevo disco, próximo a salir).

Inspector, el otro invitado estelar regiomontano, sufrió desastrosamente con el audio pero, al igual que pasó con Celso, la concurrencia aplaudió con ganas.

Muchos otros detalles y pasajes del concierto merecen consignarse: la presencia de Chela Lora, a quien Álex llama su domadora pero en realidad considera su ángel de la guarda, como le dice en la canción que le escribió; el danzante con el penacho espectacular en "La raza más chida"; la rola más antigua, "Una y otra vez", que data de fines de los 60 y sigue siendo una favorita del público.

Jonaz, de Plastilina Mosh, llegó al backstage y, aunque estaba anunciado, nunca subió, quién sabe por qué.

Notoria fue la actuación de Luis Álvarez "El Haragán", heredero natural del estilo que inventó Álex Lora. En cambio, Lalo Tex (de Tex Tex) no apareció, y nadie explicó la ausencia.

Cómo dejar de mencionar dos nuevas canciones de El Tri, una dedicada a la influenza y otra a los niños de la guardería ABC de Saltillo Hermosillo (Álex Lora a veces hasta parece periodista por ese afán suyo de registrar los acontrecimientos importantes de la sociedad).

La jornada culminó con un mariachi y el festejado cantando "El rey", de José Alfredo Jiménez, con un arreglo letrístico apropiado. Y al final, el escenario lleno de muchos músicos, para cerrar con "Las piedras rodantes".

Y lo dijo Álex y el público lo entendió: algún día nos habremos de encontrar...


"SI ESTOY CONTENTO, ME SIENTO FELIZ Y TODA LA RAZA ESTÁ MUY PRENDIDA, PERO AL MISMO TIEMPO ME SIENTO TRISTE, PORQUE CREO QUE LA RAZA YA NO ME QUIERE, PORQUE LLEVAMOS MUCHO TIEMPO TOCANDO T TODAVÍA NO ME HAN RECORDADO A MI GEFECITA".

ALEX LORA...

y pa la viaja que le anda pegandoa ala mamada y q ia asta me elimino del msn..........la porra la saluda.....¡¡¡¡¡¡¡

ZEPPELIN..